El hígado graso es una condición en la que se acumula grasa en el hígado, afectando su función y pudiendo derivar en inflamación, resistencia a la insulina y, en casos más avanzados, en fibrosis hepática. Puede estar relacionado con factores como mala alimentación, sedentarismo, disbiosis intestinal y estrés oxidativo, y es un problema en aumento debido al estilo de vida actual.

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Si no se trata, puede evolucionar a esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), aumentando el riesgo de enfermedades hepáticas más graves. Los síntomas pueden ser inespecíficos, como fatiga, malestar digestivo y dificultad para perder peso, lo que hace fundamental un diagnóstico temprano y una estrategia de tratamiento adecuada.