¿Qué hay detrás de una tiroides “normal” pero síntomas persistentes?
- bot wolf
- 25 nov
- 2 Min. de lectura
Cuando la tiroides “está bien”, pero vos no: el enfoque de la Medicina Funcional |
El “todo está bien” que no lo explica todo
Muchas personas consultan con síntomas como fatiga, frío persistente, aumento de peso o dificultad para concentrarse. Sin embargo, al recibir los resultados de laboratorio, se les dice que su glándula tiroides funciona correctamente, basándose únicamente en los valores de TSH.
Pero ¿qué pasa cuando los síntomas persisten?En Medicina Funcional, este escenario se reconoce como una posible señal de hipotiroidismo subclínico u otro desequilibrio más complejo que la TSH por sí sola no refleja.
¿Por qué la TSH puede no ser suficiente?
La TSH es una hormona producida por la hipófisis que regula la función tiroidea. Pero en muchos casos, aunque esté dentro del “rango normal”, el paciente puede presentar:
Conversión ineficiente de T4 a T3
Presencia de anticuerpos que alteran la función tiroidea
Desequilibrios del cortisol que modifican la respuesta hormonal
Problemas intestinales que afectan la absorción de nutrientes clave
Estos factores no se ven en un laboratorio básico, pero sí tienen un fuerte impacto en el metabolismo y en los síntomas diarios.
Señales de alerta: cuando hay más que TSH en juego
Si bien cada persona es distinta, hay señales frecuentes que podrían indicar un desequilibrio funcional tiroideo aunque los estudios no lo muestren:
Cansancio constante, a pesar del descanso
Sensación de frío, incluso en ambientes cálidos
Caída de cabello o piel seca
Niebla mental y lentitud para pensar
Baja tolerancia al estrés
Desde la Medicina Funcional, estos síntomas se interpretan en conjunto, y no se minimizan por tener una TSH “normal”.
¿Cómo lo evaluamos en Integrative Health?
En nuestro centro, aplicamos un enfoque personalizado que incluye:
Análisis completos de perfil tiroideo (TSH, T3 total y libre, T4 total y libre, anticuerpos anti-TPO y anti-TG)
Evaluación del cortisol, vitamina D, selenio, zinc y otros nutrientes clave
Análisis de la microbiota intestinal
Estudios complementarios como test de saliva, cabello, orina y heces
Revisión de la historia clínica emocional y del entorno del paciente
Este abordaje integral nos permite detectar alteraciones funcionales antes que se conviertan en enfermedades estructurales.
El valor de escuchar el cuerpo
Cuando alguien dice: “me siento mal, pero los estudios no muestran nada”, no lo tomamos como una exageración. En Medicina Funcional, la experiencia subjetiva del paciente importa tanto como los análisis.
Escuchar al cuerpo y su contexto es el primer paso para un tratamiento efectivo y verdaderamente personalizado.
¿Qué podés hacer si sentís que algo no está bien?
Un laboratorio que evidencia hormonas tiroideas normales en los estudios no siempre significa que todo esté bien. La Medicina Funcional permite ver más allá de los valores de laboratorio y conectar los síntomas con el origen real del desequilibrio.
El bienestar no se mide solo en números, sino en cómo te sentís todos los días.
¿Querés saber si tus síntomas pueden estar vinculados a un desequilibrio funcional?
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